jueves, 23 de febrero de 2017

Descargando datos...

Esta bata se la ha puesto gente que ha sido cruel, y al mismo tiempo, otras veces ha sido genial. Todos somos crueles y somos geniales alguna vez, creo. No siempre se puede coincidir con las personas en el momento de ser geniales, pero qué menos que pedir disculpas. Qué menos. No se tiene el por qué de hacer nada en la vida. No hay significado alguno que la justifique, más que el estar bien, y a algunas personas, el disculparse, o el hacer lo que sea que a ti te hace estar bien, puede hacerle estar mal, así que lo más probable es que no lo hagan. Ni tienen el por qué, ni tú de exigirlo. No nos hacen para intentar comprendernos; eso es un logro que se consigue de forma individual, educándose a la manera propia. Más información, (inciso) después de la publicidad.
Estas dos últimas frases están escritas al acabar el texto, para poner el corte este que se pone para que entréis por cojones al enlace de la entrada si queréis leerlo todo. Si alguna vez te vuelves a cruzar con alguien que no te quiera comprender, no lo toleres. Responde, grita, haz ver que no es así. Hártate, golpea, si hace falta. Haz lo que sea y líbrate de ese parásito. Tal vez algún día habrías encajado con esa persona, pero no es ahora. Escapa, grítale, arréale. Hártate. Asúmelo. Asúmelo. Asúmelo. Eres distinto. No eres peor. Suena a libro de autoayuda. Eres distinto. El mundo es muy grande, y casi por probabilidad encajarás con alguien, ya que socialmente estamos muy condicionados y se tendría que ser un bicho muy raro para no encontrar a alguien con quien encajar. No encajas con esa persona. Fuera. Huye de esta amígdala, limitada de los cojones. Relaciones con personas edición limitada, o sea: tonta. Ya estamos con los insultos. Estoy descargando el Sims 3, y por primera vez es legal. Gracias por el regalo, y tal. ¿Por qué estoy tan distraído? ¿Qué me distrae? ¿Por qué hay gente parásita que necesita hacer sentir a los demás mal para estar bien? ¿Es para que caigan igual de bajo? ¿Para poder alcanzar a hablarles? ¿Para que así entiendan su idioma? No me parece correcto. Deberíamos dejarnos caer solo para caer con los pies encima de sus caras. No está bien. No hace bien. No me hace bien. ¿Les hace bien a ellos? ¿Saben vivir distinto? ¿Por qué nos dedicamos a aguantarlos? ¿Tenemos una cultura de mierda que nos enseña a convivir con cualquier trozo de mierda que nos echen en la puta cara? Sí. ¿Por qué cuesta tanto aprender a acercarse a quien no busca hacer daño? ¿Por qué hay gente que da la sensación que necesite hacer daño para estar bien? La última pregunta es parecida a otra que he hecho, creo, pero no es igual, ahora he visto. ¿Me quiero? ¿Cómo me veo después de que una persona me haya bajado la autoestima hasta el punto de querer suicidarme? Es como es. Que vea el tema del suicidio como un tema con mucha chicha o que haya sabido encontrar salidas (puede que nunca mejor dicho) no niega el hecho de que alguien haya hecho que me haya replanteado mi vida hasta el punto de querer suicidarme, ya que resultaba ser un bicho raro y mi vida no tenía sentido cuando se planteaba desde mi punto de vista, y claro, si mi vida no tiene sentido, pues lógicamente, lo que tiene sentido es mi muerte. Pues no, no es así. Tener derecho a ser yo no tenía sentido desde el punto de vista de un parásito que se moría cada vez que yo era yo mismo, así que mejor ser un cuerpo inerte al que poder chuparle la sangre y no la polla, por supuesto. Qué asco. La de mamadas que me he perdido. Bueno, no tantas, la verdad; lo que me he perdido es que alguna de ellas me sentase bien, o me gustase. He estado fuera. He hecho cosas que no tenían sentido, para mi parásito, por supuesto. Pero así lo he sentido yo también. Mi vida ha llegado a ser suya. Toda mi vida. Todo ha llegado a ser suyo. Cuánto poder puede llegar a conseguir la gente perturbada, y cuánto daño puede llegar a hacer. Y cuánto daño puede acabar cometiendo uno cuando ya no sabe ni quién es y se dedica a vagabundear por las calles de todos los sitios en busca de una respuesta. Pero he intentado no hacer daño. Siempre lo he intentado, y al final da igual. Uno hace daño a ciertas personas por el simple hecho de existir; la diferencia es que hoy en día, por mí, como si se mueren porque yo exista. Es vida o muerte; mi vida o mi muerte; ellas o yo. Obviamente, al final es supervivencia. Hay que saber estar. Aquí y ahora, me dijo un libro. Qué bien me sentó leerlo. Sentí como si alguien me entendiese. Como cuando aquella chica me dijo que tenía los ojos bonitos. O la otra chica me dijo que le gustaban mis pupilas. No sé qué tendrán mis ojos, vaya. O cuando otra chica me dijo que no tenía por qué soportar lo que llevaba tanto tiempo soportando. O aquella chica que me hizo reír sin conocerla y me abrazó para despedirse. El año pasado conocí a muchas chicas. Es lo que uno se dedica a hacer cuando la chica a la que una vez quiso de repente te odia. Es lo que uno se dedica a hacer cuando la chica a la que acabas cuestionando si alguna vez te quiso de repente te muestra todo su odio. Es lo que uno hace cuando la misma persona que te odia te dice lo que no quiere que hagas: que acabas haciéndolo. Aunque no te haga bien, lo haces. Y te ves tan distante de todo lo que ocurre. Estás con gente, pero no estás con ellos. Estás fuera de todo. ¿Para qué? Pues bueno... Depende. Siempre quedan recuerdos bonitos, y ninguno de ellos es el de tener sexo, porque ahora eres un reprimido que no se siente bien teniendo sexo con gente. Te duele tener sexo, porque tu parásito dice que es malo. Ten sexo con tu parásito, pero con nadie más. Parásito. Enséñame lo que te gusta para que lo rompa, pero además, ni se te ocurra enseñárselo a alguien que no sea yo, no sea que le guste lo que te gusta y eso te haga un mínimo de bien. Te odio con todas mis fuerzas. Aquí se mezcla. Ya lo dicen los dos. Acabas odiando lo que eres por culpa de los parásitos. Acabas odiando todo lo que te hace bien, e intentas desesperadamente continuar haciendo esas cosas, y ves que ya no te llenan, y que te hacen daño, y caes más hondo y abajo. Pero al menos las haces. Y haciéndolas descubres muchas cosas; entre ellas, descubres a gente buena. Y te arrancas al parásito del cuerpo. Pero aún está en la amígdala. No sé va, y si pudiese, a veces me arrancaría el cerebro entero. Está escondido aún, por alguna parte. Puto parásito. También a veces me arrancaría las piernas. Me tensa. Vale, acabo de descubrir algo. Desde hace un tiempo, cuando algo me excita sexualmente, tiendo a decir que me tensa. No es agradable. ¿Por qué a estas alturas del desorden de esta escritura automática pongo letra itálica? Pues yo qué sé. Me tensa. Claro que me tensa. Han hecho que te tenses. Tu parásito te tensa cada vez que te pones cachondo. Yo solo quiero ponerme cachondo y correrme muchas veces sin que me duela. Pero me duele. Aprieto, o estoy tenso, o algo. Me duele algo que me hacía bien. A veces ya casi ni me excita la gente, en general. Hubo un tiempo en el que me ponía cachondo todo. Hasta cierto punto, es de agradecer, pero mi duda es si ahora estoy más calmado, o si estoy reprimiendo todo esto. Obsesa sexual. Obseso sexual, me llamaba alguien que me hacía sentir mal cada vez que me excitaba por cualquier cosa que no le gustase. A veces, no le gustaba ni que me excitase por ella. Pero el obseso sexual era yo. Cuidado con tu pene, no lo uses para nada, y ahora ya me duele hasta usarlo para mear, porque estoy tenso. No estoy cachondo, sino tenso. Menuda mierda de persona. Estoy teniendo sexo y me tenso, y se me va. Los gatillazos son culturales. Quiero correrme bien. Hay gente que te acepta. Estoy bien con esa gente. No temas al daño. No son ella. Pueden hacer daño, pero no lo hacen por el puro placer de hacer daño a la gente, como ella. Ella es una enfermedad y casi me mata. Ella es lo peor, y a veces la odio. También odio a veces a quien la defiende. Hacer daño por el puro placer de hacer daño nunca lo veré como defendible. De hecho, presupongo que la puede defender alguien. ¿Quién podría defenderla? Con argumentos. Sabiendo lo que ha pasado. ¿Quién sabe lo que ha pasado, además? A ver si hay suerte y le coge algo. Como a mí, aquel día de verano. La verdad es que a veces también me pone cachondo, y no puedo evitar odiar que me ponga un poco. Tengo que ser consciente de que la mayoría de días no pasa nada como para necesitar tener tenso el cuerpo. Necesito tener el cuerpo bien. Necesito relajarme, y dormir bien, e ir al baño bien, y masturbarme bien. A veces cuesta aceptarse, porque la gente es cruel; aquí es importante saber distinguir entre aceptarme y que me acepten, porque no es tan fácil. Yo puedo decir, como decía hace tiempo: yo me acepto, pero los demás no. No, disculpa, pero si tú te aceptas de verdad, no toleras que nadie de tu lado te diga lo que no eres, o que haga de ti lo que quiera. Hostias me han faltado por dar, la verdad. Hostias merecidas son cuando se dan a la gente cruel. Mientras pienses que haces bien pero sigas aguantando mierdas, en el fondo eres un reprimido que ha terminado por odiarse, y mal. Muy mal. Acaba con esa gente, por favor. Rompamos cabezas. En el fondo veo complicado que le llegue a pegar a alguien, y hasta cierto punto, alguien puede pensar al leerme: buf, qué mal está, ¿por qué no va a un psicólogo? Bueno, pues si yo he acabado así por estar con alguien, imaginad cómo de la chola tiene que estar ese alguien. No voy a decirlo, pero yo lo sé. Podría deciros cada momento de mi vida que me he sentido mal por mi parásito, y os daría completamente igual. Nadie va a ir a decirle nada. Nadie va a decirle: has sido cruel. Siquiera yo, que lo hago por aquí, aunque quién sabe. Quién sabe. Me estoy cansando de escribir. Disociación. Aquí y ahora. Allí y en otro tiempo. No sirve de nada. Una cosa es tener reflejos, pero la otra es ser gilipollas. El cuerpo humano está mal hecho. La evolución da un poco de pena. Puto Dios y puto Darwin. No hablo del de Gumball, por supuestísimo. O sea, amígdala, princesa o qué, jajajajaja. Falta poner un equis dé. Mirad, voy a hacerlo: XD. Esto ya no es serio; es un canal de Disney. A ver. ¿Qué estoy haciendo? Tengo que estar tranquilo. Ahora estoy con gente buena. Hasta viéndole la puta cara en la calle, no podría hacerme daño. Al menos, mental. Físico, quién sabe. Aún recuerdo el par de empujones. No mola nada haber aguantado tanta mierda. Consecuencias. ¿Síndrome de Estocolmo? ¿Por qué le presté mi mano tantas veces a alguien así? Me siento sucio. Voy a mear. Hasta ahora. Ya estoy. He pensado en no publicar esto, ¿pero sabéis qué? Que estáis en mi casa, y si no publico esto, no lo publico en ningún sitio. Os pueden dar por culo. Es por mí, no es por vosotros. Me da pereza hasta volver a leer todo este tochaco. No es síndrome de Estocolmo, por cierto: es acabar creyendo que tu vida debe ser como te dicen que debe ser, y no. Antes la muerte, y aún más cosas antes que la muerte.

No hay comentarios:

Publicar un comentario