viernes, 2 de diciembre de 2022

Rutina 22

Camino todos los días el mismo recorrido. Para mí, ahora es habitual tener una cierta rutina que permita dedicarme a priorizar mis pensamientos. Merodeo sin más por la zona, sin ver realmente a nadie, sin ninguna intención más que mi propia obligación de mantenerme con vida.

Ocultas entre los páramos, me acechan las miradas, constantes y empeñadas en quebrarme. Con el más leve de mis disimulos, aprieto el paso mientras revuelvo mis pertenencias. Encuentro las llaves, las hago revolotear y encajo la llave en la cerradura. Mientras miro hacia atrás, doy un giro y un empujón: "Por fin, de nuevo en casa".