Deambulando por los océanos en búsqueda de un tesoro tal vez escondido, sin saber siquiera de su existencia, solo con la esperanza y sin mapa alguno más que las pocas ideas que me indican las heridas que arrastro, causadas tal vez por mi búsqueda y a veces por renegar de ella.
It was the best of times, it was the worst of times, it was the age of wisdom, it was the age of foolishness, it was the epoch of belief, it was the epoch of incredulity, it was the season of Light, it was the season of Darkness, it was the spring of hope, it was the winter of despair, we had everything before us, we had nothing before us, we were all going direct to Heaven, we were all going direct the other way.
lunes, 19 de agosto de 2019
miércoles, 3 de abril de 2019
Mentiroso compulsivo
La épica de mi sorprendente relato es una mera interpretación subjetiva que destaca las partes por las que vivo y oculta por completo las partes que probablemente incitarían a la crítica ajena. Me he convertido en mi propio censor. Supresión como mecanismo de defensa, a veces noto que se me escapan las ganas de vivir de las manos y las echo antes a la trituradora, para luego volver a recogerlas y buscar la forma de volver a darles forma durante las semanas posteriores al golpe.
lunes, 4 de marzo de 2019
El verano ya no existe
El verano ya no existe,
bajo nuestros tejados de amianto,
se adivina viento seco
desde dentro, cotidiano camposanto.
Autoconsciencia del tiempo,
marea dura de pensamientos
golpea y fractura sin cesar
sueños de azul y mar fresco.
bajo nuestros tejados de amianto,
se adivina viento seco
desde dentro, cotidiano camposanto.
Autoconsciencia del tiempo,
marea dura de pensamientos
golpea y fractura sin cesar
sueños de azul y mar fresco.
miércoles, 13 de febrero de 2019
Ya no hay
Fella y Johnny reptaban lentamente entre los matorrales y plantas
silvestres cuando de repente el suelo sobre el que se situaba Johnny se
precipitó.
martes, 8 de enero de 2019
Cortejando el último recurso
Bailando la danza del mundo me encuentro reflejado en el espejo del absurdo. Me miro y soy consciente de ello. No me siento integrado, pero sigo bailando. A través de los sitios y las horas, desvanezco cada parte que a lo largo de las negociaciones he entendido como feas, y refuerzo e intento mostrar las partes de mí que he podido entender como aprovechables.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)